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El abordaje del Alzheimer requiere la aplicación de técnicas específicas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Entre las intervenciones más efectivas destacan las terapias no farmacológicas, como la estimulación cognitiva, la terapia ocupacional y la musicoterapia, que ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad y a mantener las funciones cognitivas y funcionales.
Estas estrategias deben complementarse con un tratamiento farmacológico adecuado y un seguimiento constante por parte de un equipo médico especializado. La combinación de ambas aproximaciones, farmacológicas y no farmacológicas, resulta clave para ofrecer una atención integral que favorezca el bienestar de las personas afectadas.
Para superar el curso será necesario obtener una calificación mínima de 7,5 sobre 10.
En caso de no aprobar el conjunto de todas las evaluaciones, el alumno dispondrá de una segunda oportunidad sin coste adicional.
Enfermería, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, Psicología, Medicina, Farmacia, Fisioterapia